UNCINARIASIS: Una causa poco común de hemorragia digestiva y anemia severa – Reporte de Caso
Autores: Edwar Jassir Rozo O., Ledmar Jovanny Vargas R., Jessica Paola Jiménez W., y Erika Tatiana Szemmelveisz
Resumen
La anemia se caracteriza por niveles
bajos de hemoglobina. En Colombia, la anemia afecta al 27,7% de la población.
Las poblaciones más afectadas son los niños en edad preescolar, mujeres en edad
reproductiva, embarazadas y personas de edad avanzada. Caso clínico: paciente
de 58 años con cuadro clínico compatible con cor anémico, que requirió
transfusión sanguínea. Mediante estudios de extensión se consideró una
hemorragia digestiva por uncinariasis, por lo cual se dio un manejo
antihelmíntico, con lo que tuvo buena evolución clínica y paraclínica.
Discusión
Hay múltiples factores de riesgo
asociados con la adquisición de este parásito; se considera que esta entidad es
una causa olvidada de hemorragia de vías digestivas y en algunos casos conlleva
consecuencias graves como el cor anémico. El tratamiento se realiza mediante
antihelmínticos, que tienen una efectividad entre el 62% y el 92%.
Introducción
La anemia es una patología
caracterizada por niveles bajos de hemoglobina. Esta proteína es el principal
componente en las células rojas, se sintetiza en la médula ósea y es una
sustancia esencial para el buen funcionamiento del eritrocito (1).
Epidemiológicamente, se calcula que
1,6 millones de
personas en el mundo presentan esta patología (2). En Colombia, la anemia
afecta al 27,7 % de la población, esto expresado en números absolutos, con una
población de 48 700 000, corresponde a aproximadamente 15 millones de personas
con algún grado de anemia (3).
Las poblaciones más afectadas son los
niños en edad preescolar, mujeres en edad reproductiva, embarazadas (1, 3) y
personas de edad avanzada (4). Esta entidad tiene múltiples causas entre las
que se encuentran la desnutrición, deficiencia de micro- y macronutrientes,
deficiencia de hierro, dieta a base de vegetales, hemoglobinopatías (5),
infección por malaria, parasitosis intestinal, hemorragia de vías digestivas
(6), entre otras.
A continuación, se presenta el caso
clínico de un paciente que presentó anemia severa secundaria a hemorragia de
vías digestivas por uncinariasis.
CASO CLÍNICO
Hombre de 58 años, agricultor, quien
consultó por cuadro clínico de 5 días de evolución consistente en dolor
abdominal localizado en el mesogastrio de intensidad moderada severa que no se
irradiaba, asociado con hiporexia, astenia y adinamia; además, refería que una
semana antes había presentado trauma en el miembro inferior derecho con posterior
dolor y limitación para la marcha.
En el examen físico resultó con los
siguientes signos vitales: frecuencia cardíaca (FC): 125 latidos por minuto
(lpm), frecuencia respiratoria (FR): 24 respiraciones por minuto (rpm), tensión
arterial (TA): 130/87, temperatura (T°): 36,7, índice de masa corporal (IMC):
18,3 kg/m2, con palidez generalizada, tirajes intercostales, estertores
crepitantes en las bases pulmonares, dolor a la palpación superficial en el
mesogastrio con defensa muscular voluntaria, sin signos de irritación
peritoneal, eritema, edema y calor en el maléolo interno del miembro inferior
derecho.
Se tomaron paraclínicos de ingreso
(Tabla 1), en los cuales se evidenciaba anemia microcítica hipocrómica con
anisocitosis. Ante el cuadro clínico que sugería cor anémico y luego de revisar
los resultados se decidió realizar la transfusión de 2 unidades de glóbulos
rojos (UGR).
Al siguiente día el paciente
manifestaba una mejoría de su cuadro de ingreso, con signos vitales dentro de
la normalidad (FC: 90 lpm, FR: 18 rpm, TA: 122/72); además, el hemograma
postransfusional mostraba un aumento de los valores séricos de hemoglobina.
Ante esto se decidió realizar estudios complementarios para determinar la causa
de la anemia (Tabla 2).
Se realizó una colonoscopia que
resultó normal, la ecografía abdominal total reportaba como único hallazgo una
esplenomegalia moderada (160 x 92 mm) y, adicionalmente, la endoscopia de las
vías digestivas altas (EVDA) evidenciaba hernia hiatal sin esofagitis y
hallazgo de uncinariasis duodenal (Figura 1).
Al interrogarse al paciente sobre
factores de riesgo mencionaba que extraía agua de un pozo profundo para el
consumo, no tenía una adecuada higiene de manos y las condiciones
socioeconómicas eran regulares por encontrarse viviendo en zona rural.
Se consideró que el paciente cursaba
con anemia ferropénica secundaria a hemorragia de vías digestivas por
uncinariasis, por lo cual se decidió dar un manejo ambulatorio con albendazol
(400 mg, dos dosis), se inició el suplemento con sulfato ferroso (300 mg cada
12 horas) y conjuntamente se suministró cefalexina (500 mg cada 6 horas) por el
proceso infeccioso en el miembro inferior derecho.
El paciente asistió a la cita de
control un mes después y refirió mejoría del cuadro clínico. Durante el examen
físico presentó condiciones generales adecuadas, con signos vitales dentro de
normalidad, sin signos de anemia; adicionalmente, en el hemograma de control se
evidenciaron valores normales de hemoglobina.
Tabla 1. Paraclínicos de ingreso
Prueba diagnóstica |
Resultado |
Referencia |
Leucocitos |
10,4 × 109/L |
4,5 a 11,0 × 109/L |
Neutrófilos |
80 % |
Hasta 85 % |
Eosinófilos |
3 % |
Hasta 5 % |
Hemoglobina |
6,0 g/dL |
13-16 g/dL |
Hematocrito |
17,5 % |
36 %-52 % |
VCM |
60 fL |
80-100 fL |
CHCM |
23,3 g/dL |
27-32 g/dL |
RDW |
20,30 % |
0 %-16 % |
Plaquetas |
356 × 109/L |
150 a 450 × 109/L |
Creatinina |
0,93 mg/dL |
Hasta 1,2 mg/dL |
PT |
16 s |
9-16 s |
PTT |
33,4 s |
25-35 s |
CHCM:
concentración de hemoglobina corpuscular media; PT: tiempo
de
protrombina; PTT: tiempo parcial de tromboplastina; RDW: amplitud
de
distribución eritrocitaria; VCM: volumen corpuscular medio.
Tabla 2. Paraclínicos de control y
estudios de extensión
Pruebas
diagnósticas |
Resultado |
Referencia |
Hemoglobina
|
8,4
g/dL |
13-16
g/dL |
Hematocrito
|
25
% |
36
%-52 % |
VCM
|
62,2
fL |
80-100
fL |
CHCM
|
26,4
g/dL |
27-32
g/dL |
RDW
|
22,30
% |
0
%-16% |
Extendido
de sangre |
Normal
|
Normal
|
Ferritina
|
82
ng/mL |
12
a 150 ng/mL |
Transferrina
|
400
mg/dL |
170
a 370 mg/dL |
Guayaco
(sangre oculta en heces) |
Positivo
|
Negativo
|
Coombs
directo |
Negativo
|
Negativo
|
Recuento
de reticulocitos |
3,36
% |
0,3
%-4,5 % |
DISCUSIÓN
La uncinariasis se produce por
Ancylostoma duodenale y Necator americanus, la cual es típica de áreas
tropicales. Aproximadamente, el 31 % de las personas en estas zonas presentan
parasitosis intestinal (7). Esta enfermedad tropical tiene una carga económica
que oscila entre $7.500 y $138.900 millones de pesos por año (8). Hay distintos
factores de riesgo asociados con la adquisición de este parásito, tales como la
higiene personal, consumo de aguas contaminadas, vivienda en área rural,
permanecer descalzo, personas que se dedican a la agricultura, desnutrición (9)
y tipo de sangre A (10). En el caso presentado se hallaron varios de los
factores de riesgo mencionados. El contagio se puede producir de 2 formas:
habitualmente por la penetración de las larvas a través de la piel, desde donde
migran por el aparato circulatorio a los pulmones y ascienden por el tracto
respiratorio hasta llegar a la vía digestiva. Sin embargo, también se pueden
adquirir por vía oral, donde no se encuentra un ciclo pulmonar asociado, por lo
que afecta exclusivamente el intestino delgado (11). Una vez se encuentra el
parásito en el intestino delgado produce pérdidas sanguíneas por la succión o
las lesiones ulcerativas intestinales que este produce (6). Dichas pérdidas
están comprendidas entre 0,3 a 60 mL al día, por lo que se considera una causa
de hemorragia de vías digestivas (12, 13). El 22 % de los pacientes con
uncinariasis pueden presentar anemia; de estos, tan solo el 1,9 % puede
presentar anemia severa (<7 mg/dL) (14), razón por la cual se considera el
caso infrecuente.
Dentro del cuadro clínico de la
uncinariasis se puede encontrar dolor abdominal, hiporexia, astenia, adinamia,
desnutrición, dedos en palillo de tambor y anemia (15). En la anemia, al
disminuir la capacidad de transporte de oxígeno, se activan mecanismos
compensatorios como el aumento de 2,3 difosfoglicerato y la sobreproducción de
eritropoyetina para conservar la oxigenación tisular y, cuando los niveles
descienden por debajo de 10 g/dL se aumenta la actividad simpática, lo que
produce un aumento del gasto cardíaco (taquicardia, hipertensión) y disminución
de la viscosidad sanguínea (derrames pleurales, que finalmente producen cuadros
de dificultad respiratoria). A largo plazo, esto conlleva una remodelación del
ventrículo izquierdo y puede desencadenar una insuficiencia cardíaca. Los
cambios mencionados se engloban en el concepto de cor anémico (16). La
esplenomegalia se puede producir en esta patología y se da como resultado de la
hiperplasia de las células del sistema reticuloendotelial (SRE) asociado con el
proceso infeccioso o secundario al cor anémico que se puede presentar en estos
pacientes (17). Esta entidad se debe sospechar en pacientes procedentes de
áreas rurales, sobre todo si presentan síntomas digestivos, eosinofilia
(presente en el 30 % a 50 % de los casos) o anemia (18). Esta última se
caracteriza por tener microcitosis, hipocromía, anisocitosis y reticulocitos
elevados (15), que fueron los hallazgos encontrados en los exámenes realizados
a nuestro paciente. El diagnóstico requiere la sospecha clínica y se realiza
mediante la demostración de huevos en un examen de heces; sin embargo, un
examen directo en las heces tiene una sensibilidad baja, por lo que se
recomienda el análisis de 3 muestras durante 3 días consecutivos. En algunas
ocasiones (aunque es muy raro), durante la realización de estudios endoscópicos
estándar se puede visualizar el parásito en el intestino delgado (19), tal como
se evidenció en el caso mencionado.
El uso de albendazol en dosis de 400
mg/día es efectiva para la desparasitación comunitaria, esta medida reduce la
prevalencia de helmintiasis (20); también se puede usar mebendazol 100 mg 2
veces al día por 3 días. Se ha demostrado que el éxito del tratamiento varía
entre un 69 % a 92 % según el régimen utilizado (21).
CONCLUSIONES
La uncinariasis es una causa importante
de hemorragia de vías digestivas que ha sido olvidada, una quinta parte de los
pacientes con esta entidad presenta anemia ferropénica y tan solo el 2 % tiene
cuadro clínico severo (cor anémico). El diagnóstico se realiza mediante la
visualización del parásito, mediante coproscópico o endoscopia, y para el
tratamiento se usan antihelmínticos con un alto porcentaje de efectividad para
la desparasitación.
Agradecimientos
Al Doctor Luis Manuel Limas L.,
gastroenterólogo del Hospital Regional de Chiquinquirá, por su colaboración en
la toma de la imagen endoscópica y revisión del manuscrito final. Los autores
certificamos que la persona mencionada en los agradecimientos tiene
conocimiento de dicha mención y está de acuerdo con aparecer en ellos.
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